Amigo mío,  mi padre decía que la vida es tan sumamente fácil que solo un idiota podía complicársela, imagina la decepción que se llevo al ver que su primera obra maestra era el mayor idiota que pudo haber traído a este mundo. Pues, mientras esta gira, yo me mantengo en el mismo lugar, mientras todo cambia, yo me rompo para volver a pegarme en trozos cada vez más pequeños y difíciles de unir.

Toda esta prosa barata que escribo, años atrás me funcionaba, eso y agotarme físicamente todo lo posible. Ahora me conformo con poco, algo de tele (si las ratas me dejan), algo de café y alguna sustancia estupefaciente, siempre que mi cáncer de bolsillo me de  tregua.

Lo triste de todo el asunto, es pensar que esto será así durante mucho tiempo, pues siendo el hombre el único capaz de cambiar su destino, este que se encuentra en mi cuerpo es uno al que  ya no le interesa cambiar . Por muy buena que sea la oferta. Y créeme, las he tenido y muy buenas.

Por lo demás, sigo exactamente igual, en el mismo pasillo, con la compañía de las ratas, pegándome los cachos. Esa es mi vida, por mucho que me empeñe en dibujarme en la cara, una broma.

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